Veterano a los 24 años

Mientras que en la primera plantilla del Deportivo no hay ningún canterano por primera vez en mucho tiempo, son varios los jugadores nacidos en Alcoy o siendo de fuera que pasaron por las categorías inferiores y tuvieron que buscarse equipo para seguir su carrera. Entre ellos está Pablo Carbonell, un interior de largo recorrido ahora reconvertido a lateral izquierdo que después de pasar once temporadas en la cantera blanquiazul, hace dos años y medio hizo las maletas tras ver que pasaban los días y desde el club no recibía una respuesta a su contraoferta de renovación.

Con Óscar Cano apenas jugó, fue Palop quien le rescató del ostracismo y lo puso a jugar tras el cese del granadino. Su renovación nunca llegó y aquel verano acabó firmando por el Alavés B de Tercera. Aquella campaña alternó entrenamientos con el filial y un primer equipo que acabó ascendiendo a Primera de la mano de Bordalás. Su condición de sub’23, le llevó a recalar en otro filial de campanillas, fichando por el Peralada, con el que el primer año fue titular indiscutible y acabó como campeón del grupo catalán de Tercera División y esta temporada juega en Segunda B por el descenso administrativo del Gavà.

“El Alcoyano es mi casa, siempre será mi equipo, nunca me cansaré de decirlo. Siempre estaré agradecido porque me permitió hacer realidad mi sueño de niño. El fútbol me ha llevado a tener que marcharme lejos, si bien no olvido los años que pasé defendiendo esa camiseta.

Contra el Alcoyano, se vió a un Pablo Carbonell más maduro, esos dos años y medio fuera jugando muchos partidos a un nivel alto le han curtido como un futbolista más completo. “Al principio fue difícil separarme de la familia y del entorno de amistades. Sin embargo, ahora lo agradezco y creo que soy mejor jugador y persona. El fútbol es mi forma de ganarme la vida y debo esforzarme a diario para que no venga otro y te quedes sin nada. He tenido que madurar a nivel personal y también futbolísticamente. En el Alcoyano era un extremo, en estos dos años y medio he jugado casi siempre de lateral, lo que me ha obligado a trabajar mucho la faceta defensiva”.

Sobre todo Pablo Carbonell viene jugando como visitante, en casa le está costando más hacerse con un puesto: “Somos un equipo muy joven, el domingo ganamos al Llagostera y los once titulares eran todos sub’23. La media fue de 19 años. Somos un equipo filial y han llegado varios jugadores africanos y sudamericanos como apuesta de futuro. La mejor manera de que esos futbolistas acaben fogueándose es dándoles minutos. Yo con 24 años soy uno de los veteranos del equipo”.

PRETEMPORADA IRREAL

El Peralada se presentó en el Collao en su mejor momento, fuera de los puestos de descenso y habiendo logrado dos victorias y un empate en las últimas cinco jornadas. El exblanquiazul explica que “tuvimos una pretemporada irreal, nos comunicaron que íbamos a jugar en Segunda B casi encima de ponernos a entrenar, después hubo problemas con los tránsfer de algunos compañeros, empezamos la liga contra el Mallorca y éramos trece o catorce en la convocatoria. En las primeras jornadas también nos tocó enfrentarse a Valencia B y Elche. Fueron partidos que vinieron bien para rodarnos, como una minipretemporada. Ahora el equipo está mejor, más adaptado a la categoría y los resultados empiezan a llegar. Como equipo filial nuestra mentalidad es la de salir siempre a ganar. Quedan pocos futbolistas de mi etapa en el Alcoyano. Siguen Mario Fuentes y Navarro pero están David Torres, Gato, Álvaro, Barreda, Tomás Ruso… El Alcoyano es un equipazo”, se despide.

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