Carta a un amigo

Hola, amigo mío… después de tanto tiempo, de años y años de distancia, de silencio… he decidido escribirte unas letras… Te confieso que la decisión de marcharte me hizo daño, mucho daño… perder un amigo de manera tan brusca, no cabía en mis esquemas, o puede que, al contrario de lo que pensaba, no estaba preparado para los embates con los que nos obsequia la vida…

Hace tiempo que mi enfado contigo derivó en nostalgia, una nostalgia, serena, clarificadora… siempre supe que eras más inteligente que yo, pero no me importaba, lo consideraba una suerte para mí… y tu clarividencia se mostró esplendorosa cuando decidiste marcharte, seguro de que fueras al lugar que fueres, estarías mejor, más a gusto, más libre…

Por mi parte, aquí me quedé y aquí sigo. Puedo decir que he sido y soy feliz… me considero afortunado… no he tenido demasiada mala suerte, tengo una maravillosa familia, amigos (de los de verdad, los justos y necesarios)… y mi vida ha trascurrido sin grandes sobresaltos (solo los mínimos, afortunadamente)…

Te diré que me he convertido en pensionista… ja, ja… ¡Quién lo iba a decir…! Ahora, tras tantos años de trabajo y de dedicación, tengo tiempo para mi vida, y es ahora cuando creo de justicia escribirte, hacerte saber de mí, de mis historietas, de mis anhelos, de mis temores… tengo una pensión y me considero afortunado, pero el caso es que no sé cuánto tiempo podré recibirla… Han tomado posesión del país unas hordas de facinerosos que, en pocos años, han dejado la caja tiritando… sin recursos para nada, ni para nadie, excepto para sus amigos, y para sus amos…
Ya ves, como en las películas del Oeste que tanto te gustaban, aunque dejaras de ir al cine, porque te dormías todas las veces… El mundo se ha convertido en una polvorienta calle de un polvoriento pueblo del Far-West… Es la ley del más fuerte, y toda la munición la tienen ellos…

En cuanto a nuestro amado Alcoi, te diré que no vivo en él desde hace muchos años, aunque vengo de visita de cuando en cuando… dicen que está hecho un desastre… yo lo veo tan bonito como siempre… Han reparado -¡por fin!- el Pont de Sant Jordi, y surgen las quejas por doquier… pues, a riesgo de parecer hortera, me gusta… ¿Querrán algunos ponerle un lazo…?

Por cierto, tenemos un puente más, el que une la zona del Viaducto con la parte norte de nuestra ciudad… y el Deportivo estuvo, hace poco, en Segunda… aunque fuerzas desconocidas no consintieran que fuera por mucho tiempo… Y además, hemos tenido alcaldes y Ayuntamientos muy activos, muy aplicados a sus deberes… aunque nunca supimos bien cuales eran esos deberes… En fin, una ciudad que cada vez camina más despacio… como el propio país. Sí, ese país que decidiste abandonar, siguiendo los impulsos de esa clarividencia que te adornaba…
Un país, que como antes te decía, ha sido conquistado por hordas de bárbaros (ahora llamados: corruptos, políticos, banqueros, asesores, grandes empresarios… y otras facciones) que han dejado al malvado Atila en pañales… Al menos, con el huno, la hierba crecía donde no había pisado… con esta variante de bárbaros, queda todo saqueado y empobrecido… los hunos, no tenían piedad… los actuales, lo que no tienen es vergüenza… Fuiste muy inteligente, amigo… ya te imaginabas tú algo de esto…

Por cierto, parece que Cataluña no quiere saber nada de nosotros… Desagradecidos, con lo que nos gustaba Serrat, y Llach, y la Trinca, y Els Joglars… y Ovidi, convertido en ídolo de aquellos lares…

Dicen que es porque España les roba, o puede que sea por la huida hacia delante de sus “amados popes”, acosados por los millones, los mossos, y los jueces… aunque creo (tu tenías clarividencia, pero yo, imaginación) que no ha pasado de ser una mera maniobra de distracción… nos han cogido el tranquillo a eso de manipularnos…
Estoy convencido de que ese tío nuestro que tenemos en América… ¡Sí, hombre… el Tío Sam…! ha querido darnos una sorpresa y que no estuviéramos al tanto de su regalo hasta que fuera el momento… Sí, mi querido amigo, con su acostumbrada amabilidad, nos ha regalado unas fastuosas maniobras militares, por todo lo alto, con el mejor y más moderno armamento…

En el fondo, hemos de agradecerle su celo en guardar el secreto… no existe la sorpresa sin la pertinente discreción… ¿No crees…? Todos pendientes de Cataluña, y resulta que no eran Mas y sus muchachos, el regalo, lo teníamos guardado en el desván…Nunca podremos agradecerle como se merece a nuestro Gobierno su celo y discreción para no jodernos la sorpresa…

No sabemos el porqué del regalo, (que nos saldrá por cuatro perras… y en algo hemos de gastar el dinero) ni los motivos del excesivo cariño de nuestro tío… puede que sea porque siempre hemos sido unos sobrinos poco conflictivos, con una gracia especial a la hora de agradecer todo lo que nos echen desde arriba… La verdad es que los españoles nos sentimos machotes, aunque a veces, deberíamos ser un poco más exigentes a la hora de complacer los deseos de nuestros señores… Sumisos, si no hay más remedio, pero dignos…

Conforme pasan los años, comprendo tu decisión, tus deseos de cambiar de mundo… pero no todos tenemos posibilidad de hacerlo cuando queremos…
Seguiremos en contacto, mi querido amigo… no olvides que esto es España, un país cada vez más complicado, menos atractivo, más triste… pero entretenido…
Aunque… ¿Qué podría yo contarte que tú no sepas…?

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