Cocentaina inicia los actos de las fiestas de la Virgen del Milagro

Cocentaina se prepara para vivir los días grandes de sus fiestas patronales dedicadas a la Mare de Déu del Miracle. Todo arrancará hoy domingo, con la celebración de la Solemnes Vísperas, con una eucaristía en el Monasterio de la Virgen del Milagro y el posterior encendido de las 27 hogueras en el Pla, que representan las 27 lágrimas derramadas por la patrona en unos hechos que tuvieron lugar en el año 1520 en la capilla de San Antonio del Palau Comtal y que se conmemoran, desde entonces, cada año en la villa condal.
No obstante, el acto más esperado por los contestanos será el que tendrá lugar mañana lunes, con el traslado procesional del icono de la Mare de Déu del Miracle, desde el monasterio a la parroquia de Santa María, un multitudinario acto que saca a los contestanos a la calle y que se convierte en una muestra de fervor incuestionable por parte de los vecinos y devotos hacia la virgen y que culminará a las puertas de la parroquia con la Súplica, en la que la joven Miriam Ferrándiz Castelló recitará los populares versos dedicados a la patrona y que tantas emociones desatan. Será una de las protagonistas, junto a los niños que representarán a los condes y el mosén: Miriam Ferrándiz y Arnau Pascual (condes) y Joel Guitérrez (mosén). Los actos de la jornada estarán presididos, como es ya tradicional, por el obispo de Alcalà, el contestano Juan Antonio Reig.
Las fiestas que organiza la Pía Unión Virgen del Milagro, tendrán continuidad los dos siguientes días, martes y miércoles. El martes se celebra la eucaristía de la Hermandad Sacerdotal y se eligen las camareras y mayordomos que acompañarán a la patrona en las fiestas del 2015. Y en último día de los festejos el protagonismo lo ostentarán los niños, con la ofrenda floral a La Mareta, con las danzas y la ofrenda de recién nacidos. Concluirán los actos con el retorno del icono de la Mare de Déu a su monasterio, donde se ofrecerá a besar a todo aquel que lo desee, en lo que se convierte, cada año, en un multitudinario acto que genera largas colas en el Pla y esperas de horas.