Dos jóvenes diseñadores fabrican en Tollos gafas de madera con materiales reciclados

Adrià Cano y Alexander Peterson son los nombres que hay detrás de La Serrella, una firma de gafas de sol de madera hechas a mano. El proyecto, según estos dos jóvenes vecinos de la Vall de Seta, nace de la curiosidad y la experimentación. “Al dar con este producto en internet, crear unas gafas propias se convirtió en un reto. Después de algunos intentos y de haber utilizado el equivalente a dos o tres pares de gafas, por fin apareció un producto decente. Tras ver la demanda que tenía solo con los amigos de un pueblo de 80 habitantes, decidimos tirar para adelante”, comenta Adrià, antiguo alumno de la Escola d’Art d’Alcoi, donde estudió Diseño de Producto.

El proyecto, por tanto, se origina en Benimassot, pero el taller actual está ubicado en Tollos, donde se ha aprovechado el antiguo almacén de un restaurante para instalar toda la maquinaria y herramientas necesarias. La madera se exporta desde Muro de Alcoy y el material óptico procedía inicialmente de Amara Ópticos, el primer establecimiento en Alcoy en abrirles las puertas. Actualmente, comercializan sus gafas en dos ópticas de Alcoy y a través de su tienda online.

En cuanto al proceso de fabricación, tan solo utilizan un par de moldes para curvar la madera, una sierra de calar, un par de mini herramientas rotativas y por último, algunos utensilios de mano, como lijas para obtener los acabados finales del producto. “Es un proceso muy lento, ya que tiene un gran componente artesanal y como mucho podemos fabricar cinco o seis unidades por semana. Además, por ahora solo disponemos de un modelo de gafa inspirado en el clásico Ray Ban wayfarer, eso sí, con diferentes acabados de barniz y lentes, ediciones limitadas de monturas exclusivas que vamos lanzando, y una novedad es que el cliente las puede personalizar decorando el interior de las patillas con dedicatorias, dibujos, fotos, estampados…”, explican.

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En definitiva, unas gafas de sol de fabricación exclusiva que según sus creadores, se inspiran en la Serrella, en una vida rural, rodeadas de la naturaleza de los almendros y los olivos. “Nuestro proyecto apuesta por unas gafas más cercanas y capaces de transmitir los sentimientos de los usuarios. Por eso se ofrece una mayor libertad de personalización y se acompaña con procesos totalmente manuales”, destacan en su página web.

Y en defensa de un consumo más responsable y sostenible, La Serrella tiene en cuenta métodos como la reutilización y el reciclado. Actualmente, de hecho, todos los packagings (caja y funda) se construyen a partir de cajas y vaqueros en desuso, ofreciendo una prolongación en la vida útil de los materiales. Precisamente este concepto fue el que les hizo ser galardonados en la última edición del concurso de emprendedores que organiza la Mancomunitat de l’Alcoià i el Comtat, donde lograron un premio en la categoría del mejor proyecto empresarial sostenible.

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