El Concierto de Año Nuevo, convenció y entusiasmó

J.M

El pasado domingo el Teatre Calderón volvió a presentar un formidable aspecto de público con ocasión del tradicional Concierto de Año Nuevo que anualmente organiza la Asociación de Amigos de la Música de Alcoy, evento que cumple veinte ediciones, aunque no consecutivas. La entidad alcoyana, que este año celebra su 35 aniversario, ha conseguido a lo largo de tres décadas, consolidar un concierto con música muy conocida, básicamente de los Strauss vieneses, que se complementa con obras famosas de otros compositores, incluidos españoles, lo cual da como resultado un concierto con muy buena aceptación y que año tras año va convirtiéndose en una cita musical casi obligada para los aficionados de Alcoy y comarcas dado lo atrayente del programa. Para ello se cuenta con una óptima formación orquestal de más de 50 músicos profesionales de la Comunidad Valenciana, algunos de países extranjeros residentes en Valencia que, agrupados bajo el nombre de St. George Symphony Orchestra y dirigidos por su titular Francesc Estévez, siempre dan lo mejor de sí, a un nivel artístico ciertamente muy aceptable, logrando en momentos puntales sonoridades estimables en todas sus secciones. Es algo que no pasa desapercibido para una buena parte del público.

Para el concierto de este año, la AAMA invitó al reconocido barítono surcoreano Jonghoon Heo. Con bellos registros baritonales, aterciopelados fraseos e imponente proyección vocal, el joven cantante de 38 años de edad no escatimó ningún recurso para cantar con bravura y apasionamiento. Sus cinco intervenciones fueron prodigiosas. Arias de ‘Las bodas Fígaro’ de Mozart, ‘El barbero de Sevilla’ de Rossini, ‘Carmen’ de Bizet, ‘La ciudad muerta’ de Korngold y la célebre ‘Tarantela’ de ‘La Dogaresa’ de Rafael Millán que fue ofrecida de bis. Todas dejaron al público casi sin aliento, lo que se tradujo en ensordecedoras ovaciones. Heo contó asimismo con un eficiente acompañamiento orquestal y una enérgica dirección a cargo de Francesc Estévez, que hizo una gran labor a lo largo de todo el concierto, en el que además se interpretaron emblemáticas obras de Johann Straus como ‘El barón gitano’, ‘Sangre vienesa’, o la Polca de ‘La Caza’ entre otras; y de Josef Strauss, con su inmortal y bello vals ‘Música de las esferas’una de las más geniales creaciones de la famosa familia.

Auténticas delicias

El programa incluyó auténticas delicias debidas a Jacques Offenbach, como es su ‘Gaitè Parissiene’ de la que se ofrecieron tres danzas, la última, el ‘Cancan’, en donde participaron seis estudiantes del Conservatorio de Danza de Alcoy. Y tres exquisiteces castizas debidas al madrileño Federico Chueca, contemporáneo de Johann Strauss hijo, como el preludio de ‘El Chaleco Blanco’, la polca de ‘La caza del oso’ y el vals ‘Caballero de Gracia’ de la ‘La GranVía’, que tuvieron una excelente ejecución orquestal. No faltó al final del concierto el imprescindible ‘Danubio Azul’ con participación de una feliz y joven pareja de ballet clásico procedente de nuestro Conservatorio de Danza, y por supuesto la ‘Marcha Radezky’ de Strauss padre y el acostumbrado acompañamiento con las palmas de la mano, si bien inmediatamente antes, hubo una auténtica sorpresa, regalo especial del director y la orquesta que ofrecieron el inolvidable vals ‘Sobre la Olas’del mexicano contemporáneo de los Strauss, Juventino Rosas, cuyo momento más conocido es la música a la que los alcoyanos pusimos letra en un momento de nuestra historia: ‘Eixa Milagret la de la placeta del Carbó’. Obviamente el público, sorprendido, se puso espontáneamente a entonar la popularísima canción que nos rememora el Alcoy más popular y antiguo. Fantástico.

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