El Consell adeuda en la comarca 12 millones en ayudas a la vivienda

La Generalitat Valenciana acumula una deuda de 12.059.218,18 euros con 1.856 familias de las comarcas de l’Alcoià y Comtat, en concepto de ayudas a la adquisición, alquiler y rehabilitación de viviendas. El caso de estas comarcas no es una excepción, pues el montante de la deuda asciende a 88 millones en toda la provincia. Estas subvenciones fueron en su día aprobadas por el gobierno autonómico y algunas de las que están por abonar se remontan al año 2007. Los datos han sido facilitadas por la Conselleria de Infraestructuras y Vivienda a petición del PSPV.

El asunto de las deudas de la administración autonómica con miles de ciudadanos ha sido abordado por el pleno de la Diputación Provincial, foro en el que los socialistas han presentado una moción reclamando que se reconozca la deuda por parte de la Generalitat y se elabore un calendario de pagos a los afectados y que el abono de las cantidades se realice a través del Fondo de Liquidez Autonómico. La propuesta fue rechazada.

En el caso de Alcoy, el número de afectados asciende a 1.126 familias. La mayor parte de ellas son las 682 a las que se les concedieron ayudas para la rehabilitación de edificios, por un valor de 2,894.860,40 euros, cantidad que está pendiente de pago. Por adquisición de viviendas hay 430 ayudas pendientes de ser abonadas, por un importe de 4.009.916,99 euros, mientras que las ayudas para el alquiler no satisfechas son 14, por valor de 20.682,22 euros.
En la localidad de Ibi existen más de doscientos afectados, superando el centenar en Muro. Castalla, Banyeres y Onil son otros municipios en los que hay gran cantidad de impagados.

El portavoz socialista en Diputación Provincial de Alicante, Alejandro Soler, ha explicado que “no podemos conseguir esta agresión de la Generalitat a miles de familias de nuestra provincia que confiaron en estas ayudas para adquirir o alquilar una vivienda y ahora se encuentran en una situación límite como consecuencia de los impagos. Los ciudadanos ya están pagando con creces los efectos de la burbuja inmobiliaria y de la falta de políticas públicas de vivienda y ahora también tienen que enfrentarse a los impagos de unas ayudas con las que habían contado”. Soler ha advertido que “una de las consecuencias más dramáticas de esta deuda es que está aumentando el número de deshaucios por la imposibilidad de pagar la hipoteca”.

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