“El objetivo ahora es Tokio 2020”

Están siendo días especiales para Néstor Abad. Aún con el ‘modo Río’ muy reciente en el disco duro de su cabeza, el gimnasta trata de desconectar en familia, en las playas de Dénia, después de un fugaz paso de un día por nuestra ciudad, una estancia que repetirá ya de una manera más prolongada desde este fin de semana hasta el próximo 4 de septiembre, fecha en la que regresará a Madrid para reanudar la rutina de entrenamientos en el CAR pensando ya en la nueva temporada, que no desmerecerá para nada a la última en cuanto a calidad de las competiciones. No habrá Olimpiada pero sí Europeo, Mundial y Juegos del Mediterráneo, donde tratará de reeditar el éxito de hace cuatro años en la localidad turca de Mersin, en la que fue oro en salto y por equipos con España.

Al otro lado del teléfono se escucha al mismo Néstor Abad vitalista y ambicioso de siempre. Ni el más mínimo resquicio de amargura por no haber conseguido alcanzar la final en el concurso completo individual. Todo lo contrario, ha buscado exprimir al máximo una experiencia única, tratando de sacar el mayor número de conclusiones que le permitan mejorar en el futuro. “Pudo salir bien, pero no fue así. Esto es deporte y un fallo en el primer aparato me condicionó el resto de la competición. Estoy feliz porque he hecho realidad un sueño y el de muchas personas que están a mi alrededor”, confesaba el alcoyano, consciente de que en Río cerró una puerta, esa que le llevó a hacer las maletas con 13 años en busca de algún día ser deportista olímpico. Ese anhelo ya se ha cumplido, ahora toca abrir otra etapa: Tokio 2020. Será con 27 años, la edad del japonés Uchimura, campeón olímpico en Río en el concurso completo y considerado como el mejor gimnasta de la historia.

Las playas de Dénia no tienen ni el reclamo ni la magestuosidad de las de Copacabana, hasta las que se escapó un par de veces para disfrutar del ambiente que las convierten en uno de los destinos turísticos más deseados del mundo. “Allí ahora mismo es invierno, pero así y todo la temperatura era agradable, de unos 20 grados. No había mucha gente y te podías bañar tranquilamente. Estuvo bien vivir esta experiencia”, cuenta Néstor Abad, quien asegura llevarse una grata impresión de Brasil, un país que según su opinión, “se nota que hay muchas necesidades y que la gente no lo está pasando bien, pero a pesar de los problemas que tienen, son gente muy agradable y me gustó lo que ví. Personalmente me atraen más este tipo de países que las grandes urbes”.

Confiesa que estos días en familia le están sabiendo a gloria. En Río estuvo acompañado en todo momento de sus padres, con los que siguió toda la competición de gimnasia artística e hizo alguna incursión en otros deportes, como el boxeo, para apoyar al canario Samuel Carmona, con el que mantiene una buena amistad surgida en el CAR. “Ya me tocaba”, se sinceraba el alcoyano sobre lo que está viviendo estos días en Dénia junto a los suyos, que han venido a romper semanas de gran incertidumbre, sobre todo después del revés que supuso que España se quedaba sin plaza en el Preolímpico de abril pasado. A partir de entonces se abrió una tensa espera dentro del equipo nacional que el propio seleccionador Fernando Siscar se encargó de alentar con su decisión de retrasar hasta el Campeonato de España de principios de julio pasado, a apenas dos semanas de viajar a la Olimpiada, el nombre del compañero de Ray Zapata en Río. “Personalmente la organización no me ha sorprendido”, cuenta de su experiencia olímpica, “porque me ha parecido bastante similar a la de los Juegos de la Juventud o los del Juegos del Mediterráneo en los que ya estuve, si bien es cierto que unos Juegos Olímpicos es otra cosa, están los mejores de cada deporte y la atención mediática es mucho mayor”.

Si tuviera que quedarse de algún detalle de su deporte, no tiene duda y señala al nivel de la competición de gimnasia artística. “Ha sido bestial, con diferencia la competición de mayor nivel a la que he asistido. Fue brutal, ni en un Mundial se había visto tanta igualdad. Detalles que en un Mundial los jueces muchas veces pasaban por alto, en Río se ha mirado todo. Me pasó a mí que fallé en el primer aparato y ya fue imposible meterme entre los mejores. Sin ese fallo, habría estado ahí y quien sabe lo que hubiera pasado. Duele irte a casa tan pronto sin poder luchar por lo que has estado trabajando durante tanto tiempo. Aunque te da rabia, estoy muy satisfecho con lo conseguido. Toca aprender de los errores para ser más fuerte en el futuro”.

Amante como es de las redes sociales, donde es todo un ídolo, con casi 10.000 seguidores en Instagram y cerca de 2.000 en Twiter, además de prodigarse bastante en Youtube con vídeos sobre su deporte, en cambio no hemos visto a Néstor Abad colgar en su cuenta personal ninguna foto con deportistas famosos como han hecho otros muchos. “He tenido la oportunidad de estar cerca de ellos pero no soy mucho de fotos. Con Gasol coincidí en un ascensor, él me preguntó de cómo nos había ido la competición, aunque poco más. Son personas normales como cualquiera de nosotros”.

Estos días hemos podido ver a través de la televisión los distintos homenajes a deportistas que consiguieron medalla en Río. El gimnasta no ha sido ajeno a ello y reconoce que ha seguido esas imágenes con cierta envidia. “Era envidia sana porque piensas que te hubiera podido pasar a ti y conseguir una medalla olímpica. Para eso trabajas muchos meses al año, aunque eres consicente de que es muy complicado.
Muchos han ido a por una medalla y se han vuelto de vacío. El deporte es así, las medallas llegan si lo haces bien, no porque sí. Yo me centré en tratar de hacer las cosas lo mejor que pude y en eso estoy tranquilo. Después del fallo, traté de no comerme la cabeza, de hecho hice mi mejor resultado en el siguiente aparato. No fue hasta que terminé mi concurso cuando miré el resto de resultados. En Río se cerró un ciclo y ahora toca abrir otro. Mi ilusión es volver a ser olímpico en Tokio y ese es mi objetivo desde ahora”.

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