Fue bonito mientras duró

Siempre se sintió diferente, le abrumaba todo el circo que se montaba alrededor de un piloto fuera de las pistas, las entrevistas, los compromisos publicitarios, los fans… Con el paso de los años Nico Terol desarrolló una coraza que actuaba como protector de su mundo, ese que guardaba celosamente con cuatro llaves, en el que estaban sus padres, amigos y entorno familiar, al que siempre estuvo muy unido.
Por eso cuando se bajaba de la moto nada más terminar un Gran Premio, su primer pensamiento era ponerse en contacto con los suyos y empezar a contar las horas para regresar a la masía de Bocairent en la que reside desde niño, en plena sierra de Mariola, para darse un paseo con los perros, coger la bicicleta o simplemente quedarse sentado tranquilamente en el sofá.

Era un ritual que repitió durante muchos años. Estos días ha salido a caminar como tantas veces hizo para disfrutar de las pocas zonas que aún quedan con algo de nieve tras el mayor temporal de la última década. Pero Nico Terol lo ha hecho con un gran vacío en su interior. Siente que todo aquello ha terminado. “No es algo para lo que estás preparado, por mucho que intuyas que pueda pasar. Ves que los días pasan y el teléfono sigue sin sonar. Piensas que los equipos están de pretemporada y tú estás tranquilamente en casa sentado en el sofá. Duele porque crees que aún eres competitivo, piensas que a muchos de los que ahora están arriba les has ganado tú, pero así es el deporte de élite. Lamentablemente no tiene memoria y en un mundo con tantos intereses como es el motociclismo, o vienes con mucho dinero bajo el brazo o vas a tenerlo complicado para abrirte camino”.

Son palabras duras, frases contundentes, de alguien que siempre midió mucho lo que dijo públicamente. Quizás escuchándole, Nico Terol deja entrever cierto resentimiento, cuando la verdad es que solo tiene palabras de agradecimiento y felicidad por todo lo vivido. “Está claro que me hubiera gustado otro final, ser yo quien dijera que “¡Basta, lo dejo!”. Lo que sí puedo decir es que he sido muy feliz y pude hacer realidad el sueño que tuve cuando era niño. Veía ganar carreras por la tele y me decía que yo algún día también lo conseguiría. Echo la vista atrás y me siento muy orgulloso de todo lo que he conseguido. He ganado carreras, he sido campeón del mundo, estoy entre los diez mejores pilotos españoles de toda la historia en cuanto a palmarés… He conseguido mucho más de lo que me pensaba, aunque de lo que más orgulloso me siento, es saber que mucha gente ha sido feliz viéndome correr. Es mi mayor tesoro”.

Para siempre quedará la duda de lo que hubiera sido su carrera sin aquel fatídico 2014. Era su tercer año en Moto2 y todos le señalaban como un candidato firme al título. Venía de ganar tres carreras y hacer un podio la temporada anterior. Su Suter no terminaba de ser lo suficientemente competitiva y una caída en Jerez en la cuarta carrera sembraron de dudas aquel arranque de temporada. Luego apareció la fatiga muscular que le llevó a dejar momentáneamente el campeonato. Ese año lo cerró con doce carreras alejado de los puntos y solo en una consiguió puntuar.

Giro de 180 grados

Buscó refugió en el Mundial de Superbikes para intentar relanzar una carrera que estaba en caída libre. Con la perspectiva del tiempo, cuenta Nico Terol que fue la peor decisión de su vida. “Entonces lo vi bien, estaba saturado, había perdido el feeling con la moto y creía que lo mejor era un cambio. Desgraciadamente me equivoqué. Debí quedarme, costase lo que costase. Fue un grave error. Fue como decir adiós, me voy. En diez temporadas en el Mundial solo tuve un mal año. Otros que siguen estando ahí, lleva dos, tres y hasta cuatro años, pero ahí están. Yo estoy fuera y soy campeón del mundo, he ganado carreras, tengo poles, vueltas rápidas. Cuántos pilotos pueden decir esto. Ni era tan malo cuando dejé de ganar, ni tampoco era una especie de Dios cuando ganaba. No supe ver las consecuencias de salir del Mundial. Fue un gran error y la película cambió por completo”.

Nico Terol habla con la boca pequeña a la hora de referirse a su futuro. No sabe aún lo que será de él. Dice que lo deja, pero no se cierra el camino a volver. “Me gustaría decir que me voy, que esto es un adiós. Sin embargo, aún tengo alguna esperanza de que la cosa aún puede cambiar como ha pasado con otros pilotos que han vuelto. De hecho he tenido propuestas para correr la próxima temporada. Equipos alemanes, italianos, incluso algún español del campeonato de Supersport, han hablado conmigo. Pero estoy escarmentado tras lo que ocurrió el año pasado con el equipo húngaro. Me la jugué y aquello terminó siendo una pesadilla. Soy un piloto ganador, tengo un palmarés y no puedo ir al primer sitio que me llaman. Si voy a alguna parte, será con la garantía de que es un proyecto para hacer cosas interesantes. De lo contrario, me quedo en casa. Lo que no voy a dejar es de entrenar. Quiero estar preparado por si surge algo. Haré alguna cosa, pero más que nada para mantener el contacto y seguir en las carreras”.

No obstante, existe un proyecto interesante que Nico Terol se ha tomado con mucho cariño y por el cual está bastante ilusionado. Su antiguo patrón, el cuatro veces campeón del mundo Jorge Martínez ‘Aspar’, le ha propuesto para que sea el asesor en la pista de su equipo de Moto3 en el Mundial. “Es algo que ya hice al final de la pasada temporada en las carreras que se disputaron en España. Ahora Aspar quiere que vaya con ellos toda la temporada para hacer el Mundial y el CEV (Campeonato de España de Velocidad). Cree que mi opinión les puede ayudar a mejorar tanto en carrera como en los entrenamientos. Son muchos años ahí, conozco los circuitos, la categoría y el equipo, ellos están empezando y ver que tienen a su lado un piloto que les puede aconsejar y asesorarles puede ayudarles a ser mejores. A mí también es una labor que me encanta. Les miro a ellos y pienso cuando empecé, las ganas que tenía de aprender. Creo que puede ser un trabajo interesante y quiero tomármelo con muchas ganas”.

No oculta que se le vienen muchas cosas a la cabeza cuando mira una carrera de MotoGP, donde ahora podería estar ahí peleando con los mejores pilotos del momento. “Ves a Márquez, Pol Espargaró, Viñales… son pilotos con los que me he peleado un montón de ocasiones, unas veces me han ganado ellos y otras yo. En 2013 hubo los primeros contactos pensando que en dar el salto a MotoGP en 2015. Te da algo de rabia pensar que estabas ahí, que lo hubiera podido conseguir, pero ya está. Lo pasado, pasado queda. Quiero ser positivo y mirar atrás sin rencor, con los pies en el suelo y sabiendo que he competido a un nivel altísimo y he sido tremendamente feliz haciendo lo que más me gustaba”.

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