Fulgencio Sánchez: 25.000 kilómetros para ser campeón de ultrafondo

Sabíamos que nuestra orografía era una cantera inagotable de especialistas en las largas distancias por montaña, lo que muchos desconocían era que también es la tierra que inspira a Fulgencio Sánchez, el ciclista que esta cerca de proclamarse en el nuevo campeón de España de ultrafondo, modalidad donde no deja de acumular retos y cantidades sobre humanas de kilómetros.

–Acaba de culminar su último ‘monumento’, la París-Brest-París, la reina de las pruebas de ciclismo de larga distancia. Más de 6.000 participantes, 1.230 kilómetros de recorrido y 11.800 metros de desnivel, todo en menos de 90 horas que completó en 64. Fulgencio Sánchez, un dentista nacido en Cartagena hace 33 años, pero que desde hace doce vive en nuestra ciudad donde tiene dos clínicas, ha hecho del ultrafondo un estilo de vida.

–Me tomé la París-Brest-París como complemento a mi preparación para el gran objetivo esta temporada que es el Campeonato de España de larga distancia. Son pruebas en las que no puedes ayudarte de un coche de asistencia. Tienes que ser autosuficiente y llevar encima de la bicicleta todo lo que puedas necesitar para completar la distancia, desde ropa, GPS, móvil, comida, algo para descansar…. Suelen hacerse en carreteras con tráfico rodado. Cada participante llevamos un chip y unos controles de paso que nos van sellando la organización. ¿Trampas? ¡Claro que se pueden hacer, pero qué sentido tendría! Si te pillan te expones a una sanción similar a la de dopaje y también te juegas la reputación como ciclista. En mi caso me retirarían la licencia como organizador de pruebas de ultrafondo en la Comunidad de Murcia. Los 700 primeros kilómetros los hice de tirón, descansé solo 4 horas para dormir un poco y seguí para terminar los 530 kilómetros restantes. Había participantes de todas las partes del mundo. El ambiente que se vive allí es increíble, Francia es la cuna del ultrafondo y esta prueba son una especie de Juegos Olímpicos del ciclismo de larga distancia.

–¿Qué es el ciclismo randonneur o de ultrafondo?

–Es un tipo de ciclismo en el que el objetivo es sumar el máximo de kilómetros posibles. No es competitivo, cada uno puede hacer la prueba a su aire. Existe un calendario de carreras denominadas ‘brevets’, que son etapas de gran fondo que van desde los 200 hasta los 1.200 kilómetros, se dan unas fechas para realizarlas y el recorrido hay que completarlo en un tiempo máximo prefijado. La participación en estas pruebas de gran fondo luego te permite disputar las ‘randonnées’, siendo la más conocida la París-Brest-París, que es la que hice yo a finales de agosto pasado. La temporada suele comenzar en febrero y termina en octubre. En ese periodo de tiempo rara es la semana que no tengamos carrera, incluso semanas de dos para tratar de sumar el máximo de kilómetros.

–¿Cuál es la distancia que te has propuesto cubrir en 2015 para conseguir el título de campeón de España de larga distancia?

–El ganador de la pasada edición hizo 20.000 kilómetros y fue considerado como un hito. Yo me he propuesto llegar a los 25.000, de los que llevo 23.600. Posiblemente en nuestro país haya unos 5.000 ciclistas que han hecho un ‘brevet’, pero gente que hace todo el calendario solo seremos unas 200 personas como mucho. No hay un sitio determinado en el que puedas consultar la clasificación, pero entre nosotros sabemos lo que hace cada uno y hasta ahora nadie ha hecho tantos kilómetros como yo. No se hará pública la clasificación final hasta el 15 de noviembre, aunque por las referencias que tengo todo apunta que son bastantes las opciones que tengo para alcanzar el título. Quedan aún dos pruebas, una en la Sierra de Guadarrama y otra en Cazorla. La semana pasada hice un ‘brevet’ en el Pirineo catalán con salida en Manresa. Hice 600 kilómetros en 35 horas con un desnivel de 10.000 metros, durmiendo solo dos horas.

–¿Cómo se empieza en una especialidad tan selectiva como el ultrafondo?

–Yo hasta hace cinco años era un cicloturista más de los muchos que hay en nuestras carreteras. Me hablaron de la larga distancia, al principio pensé que estaban locos y luego me fuí enganchando. Recuerdo que antes hacía un centenar de kilómetros y terminaba muerto, necesitaba varios días para recuperarme. Soy una persona bastante inquieta que me gusta emprender en todos los ámbitos de la vida y me apasionan los retos, es lo que me ha llevado hasta el ciclismo de larga distancia. En la Lleida-León-Lleida de 1.200 kilómetros que yo hice en 70 horas había gente con 70 años que completaron el recorrido en 90 horas. Este año llevaré unas 40 carreras desde febrero. En 2014 hice Valencia-A Coruña y volver. En 2015 ya llevo Bilbao-Almería y Barcelona-Algeciras. Puede sonar a extraño pero en mis desplazamientos habituales no suele faltar la bicicleta. Para mí es normal ir con ella a ver a mi familia a Cartagena o a Madrid donde estoy haciendo un Máster.

–¿No te dan muchas ganas de dejarlo todo con tanto kilómetro y encima de una bicicleta?

–Bastantes, pero es una cuestión más mental que física. En París fui con la única motivación de terminarla y disfrutar del ambiente. Pasé la noche bastante mal, no tuve en ningún momento buenas sensaciones, pero con la salida del sol me animé, cada vez me iba encontrando mejor y la verdad es que terminé muy contento. Solo tengo un abandono en los años que llevo y fue en la Madrid-Gijón-Madrid de hace dos años. Tuve problemas físicos y también mecánicos, se juntó todo.

–¿Te has planteado nuevos retos para el futuro?

–En este 2015 he estado muy centrado en acumular kilómetros para conseguir ganar el Campeonato de España de larga distancia. Quien lo consigue un año, no puede repetir al siguiente. Son las reglas. Quizás haga algo pensando más en algo solidario o reivindicativo que en una motivación deportiva. El año pasado me puse a correr junto al tren de Xàtiva para pedir mejoras en la línea, un reto que tuvo bastante atención mediática. Me gustaría hacer lo mismo para denunciar lo que pasa en la línea entre Alicante y Cartagena. El autobús tarda tres horas en recorrer 90 kilómetros, llegas antes si vas en bicicleta. En noviembre pasado completé con fines benéficos los 555 kilómetros que separan Cartagena de Barcelona montado en una bicicleta estática. El objetivo era igualar los kilos de comida recogidos con los kilómetros recorridos, un propósito que no solo logré cumplir sino que acabé superando esa cifra. En menos de 21 horas ya habíamos llegado a la media tonelada de alimentos. Creo que fueron sobre 650 kilos que se donaron a Cáritas. Otro reto que me ilusiona es entrar en el Récord Guiness y hacer 2.500 kilómetros en cinco días.

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