La ‘familia’ Comesco celebra 25 años

El apellido Yepes es ya tan alcoyano como el Matarredona o el Monllor. Por derecho propio. Porque son ya varias generaciones de hombres y mujeres que han trabajado y han aportado lo mejor para que Alcoy sea todo lo bueno que es. Y la familia que crearon Ana Fernández y Lorenzo Yepes es uno de los mejores ejemplos de esta integración y de ese compromiso social con lo alcoyano. Ellos han colaborado decididamente a la alcoyanización del apellido Yepes.

Y para que no haya ninguna duda, durante el fin de semana han celebrado el 25 aniversario del nacimiento de una marca que ya es un icono en Alcoy: Comesco. Una empresa de los Yepes más alcoyanos, con vocación comarcal, capaces de diversificar su actividad empresarial por distintas poblaciones de la zona con las señas de identidad de la marca Comesco: responsabilidad, compromiso y garantía de calidad.

Los 25 años de existencia de Comesco, con los hermanos Paqui y Cristóbal, Yepes Fernández, son una historia de mucho trabajo, sin concesiones ni privilegios, todo ganado a pulso, con el ejemplo de unos padres que han sido los cimientos del valor de la familia, la corresponsabilidad y el valor del trabajo. Y todo ello con el condimento de un compromiso social con Alcoy, patrocinadores de eventos, colaboradores de actividades y cómplices de proyectos y de muchas ilusiones; conscientes de que hay que proyectarse en la sociedad en la que vives, en la que trabajas y con la que compartes la vocación de futuro.

El restaurante L’Escaleta, con sus dos estrellas Michelín, acogió esta fiesta de aniversario en la que Paqui y Cristóbal quisieron que los grandes e indiscutibles protagonistas fueran los trabajadores, la plantilla de Comesco, que día a día, con su trabajo y su profesionalidad, hacen posible los éxitos y la permanencia de la marca Comesco en un mercado exigente y competitivo. En sus intervenciones, aplaudidas y coreadas por la plantilla, reivindicaron a sus trabajadores como lo mejor de Comesco. Al acto asistieron, como testigos de este homenaje, representantes de algunos de los clientes, como el Club Alcoyano y el colegio Salesianos, entre otros.

Y todo ello en un ambiente familiar de absoluta confianza, porque quizá la frase más repetida en intervenciones y comentarios era la de “somos una familia”. Y se notaba. Con la fuerza de la figura de Ana, la matriarca, que con sus 75 años de edad sigue trabajando y cotizando a la Seguridad Social “mientras el cuerpo aguante”, al frente de la cocina de las Carmelitas, como lo hace desde hace ya 52 años. Y ese espíritu de familia es el que impregna todas las actividades profesionales de Comesco y el que ofrece la seguridad de que son muchos más aniversarios los que están destinados a celebrar todos juntos.

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