Renuncia al Europeo

Víctor Tudela no sería un niño diferente de no ser por el ajedrez. A sus 9 años es doblemente campeón provincial y autonómico y recientemente se clasificó decimocuarto en el Nacional en su primer año en la categoría sub10 donde se enfrentó a rivales de mayor edad.

Un campeonato celebrado a comienzos de mes en la localidad granadina de Salobreña al que este alumno aventajado del Club Ajedrez Alcoy acudió con la intención de aprender y foguearse en una gran competición con vistas al futuro. Lo que nadie imaginaba es que lograra la puntuación mínima para disputar el Europeo que se celebrará del 4 al 15 de septiembre en Mamaia (Rumanía).

Puntuación mínima

El requisito era sumar 6,5 de 9 posibles, puntuación que consiguió alcanzar tras ganar seis partidas, hacer tablas en otra y perder dos. Terminó decimocuarto empatado con el séptimo. “Sinceramente no lo esperábamos”, advierte su madre Vicky.

El problema es que Víctor Tudela ha tenido que renunciar a su bautismo en el extranjero por razones económicas. Los más de 3.000 euros que cuesta el desplazamiento y la estancia en Rumanía haciéndose acompañar de un familiar supone un escollo que ni sus padres ni el club han podido hacer frente.

No es la primera vez que le sucede. El año pasado ya tuvo que renunciar por idéntica razón al Europeo de Praga sub8. “En aquella ocasión ni tuvimos tiempo de valorarlo a nivel familiar. Fue de un día para otro y todo se desarrolló de forma muy precipitada. Esta vez hemos tenido más margen para tomar una decisión”, desvela su madre quien asegura que su hijo ha entendido perfectamente los motivos que le han llevado a dejar escapar esta oportunidad de estrenarse a nivel internacional.

Según explica, “Víctor es un niño muy sensato que tiene los pies en el suelo y ha sido el primero en reconocer que sus opciones eran muy pocas ante rusos, checos y demás niños de la Europa del Este que están muy bien preparados”.


Mundial en nuestro país

Ahora su objetivo es el Mundial sub10 del año que viene en Santiago de Compostela. “Ese ahora es su reto”, confiesa su madre. Fue su abuelo paterno quien le inculcó la afición por el ajedrez. Empezó con seis años y desde entonces mantiene una progresión imparable que tuvo su primer pico en 2016 con el título autonómico y su victoria en la Copa de Campeones sub8.

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