SANTIAGO PAYÁ: “Nos sentimos abandonados”

Cuatro años y siete meses. Ese es el tiempo que los empresarios y trabajadores del polígono industrial Santiago Payá llevan esperando una solución al problema de los accesos a esta área industrial, a la que se puede llegar a través de un vial de un solo carril con paso alternativo o por un tortuoso recorrido urbano en el que, en su tramo final, hay que sortear toda clase de baches y trampas a través de un revirado y estrecho vial. El Santiago Payá nació ya con mal pie y sigue sin encontrar remedio a sus males estructurales derivados de un subsuelo que provoca numerosos deslizamientos y daños en viales, aceras y otras infraestructuras.

Los empresarios, trabajadores y usuarios del Santiago Payá, en realidad, comparten pésimos accesos y también los problemas con los de Sant Benet, un polígono próximo y construido con anterioridad. Hace un par de meses mantuvieron una reunión con el Ayuntamiento de Alcoy en la que reclamaron información y celeridad en la solución a este y otros problemas que preocupan y generan muy mala imagen. “La asociación de propietarios del polígono del Santiago Payá se constituyó a raíz de los deslizamientos del terreno que se detectaron nada más inaugurarse” allá por el año 2001, recuerda su presidente, José Manuel Pérez Orquín, de la farmacéutica Korott.

Abunda en la cuestión el empresario y subraya que el estudio de impacto ambiental que se encargó una vez terminada la obra “ya indicaba que se debían consolidar las laderas”. Pero nada se ha hecho para frenar los corrimientos del terreno que son fácilmente perceptibles en las grietas que aparecen periódicamente en viales y que son igualmente la causa del problema estructural del puente que daba acceso al polígono y que está cerrado desde el 12 de abril de 2012.

El Santiago Paya, pese a todo, es un polígono activo, con un funcionamiento creciente. “Desde su apertura allá por el año 2001, tan solo lo han abandonado un par de mercantiles y, por contra, se han instalado nuevas empresas y otras están ampliado sus instalaciones”, constata este empresario.

Lo que quieren las empresas instaladas en esta zona industrial es que las deficiencias “se resuelvan cuantos antes”, porque remarcan, “pagamos nuestros impuestos” y lo que quieren es dedicarse “a nuestros negocios y olvidarnos de todo esto”, concluye.

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