Una década ofertando cultura en el nuevo teatro

El Teatro Calderón ha sufrido a lo largo de su historia dos remodelaciones de importancia, una ocurrida en el año 1944 como consecuencia del auge que cobró el cine. La otra gran remodelación es la llevada a cabo a principios de la década pasada por el Ayuntamiento de Alcoy, nuevo propietario y promotor del teatro y de su programación, inaugurada en marzo de 2007. Setecientas cincuenta butacas de aforo, un gran escenario y un foso para ochenta músicos, además de toda la tecnología más actual, lo han convertido en un espacio escénico referente no solo en la provincia, incluso en toda la Comunidad Valenciana.

Con motivo de este décimo aniversario, el Teatro Calderón presentó el viernes un novedoso espectáculo musical de gran formato titulado ‘The Samurai of the Drums’, a cargo de la compañía japonesa Drum Tao. Un atronador concierto donde el grupo nipón realizó una auténtica batalla de percusión con tambores Wadaiko, de hasta 1’7 metros de altura y más de 400 kilos de peso.

Con siete millones de espectadores y una gira que les ha llevado por todo el mundo, la prestigiosa compañía del país del sol naciente recaló anoche en el Calderón en su fugaz paso por España y con un espectáculo que colgó el cartel de no hay localidades.

Un espectáculo musical para celebrar el décimo aniversario del remodelado teatro, como musical fue el acto inaugural celebrado en marzo de 2007, tras la finalización de las obras. Unas obras que comenzaron en 2001 por un importe de 1,6 millones de euros, si bien los diferentes cambios y modificados dispararon el coste hasta los 12 millones de euros. El caso de los sobrecostes del Teatro Calderón por parte de la empresa de Ortiz e Hijos, tal y como se ha venido informando, se encuentra ahora en los juzgados.

Varias fórmulas de gestión

A lo largo de esta década de funcionamiento, las fórmulas de gestión del espacio teatral han sido diversas. En la primera temporada, fue el propio Ayuntamiento, con la entonces concejala de Cultura, Trini Miró (PP), al frente, el encargado de gestionar la programación del teatro. La privatización del espacio llegaría en abril de 2008 y funcionó así hasta la etapa actual, 2012-2016, en la que se viene empleando una fórmula mixta de gestión, mediante la contratación de una empresa encargada del apartado técnico y servicios, mientras que la programación se confecciona desde el área municipal de Cultura. El concejal Raül Llopis valora positivamente la experiencia de los últimos años, calificando la gestión de “impecable”, a la vez que explica que en la actualidad se está elaborando un pliego de condiciones para concursar de nuevo el servicio, ya que el contrato con la actual empresa ya ha finalizado.

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