Yacine, un goleador sin fronteras

Confiesa tener el corazón partido. Yacine Qasmi, la sensación goleadora en el Alcoyano en este arranque liguero, nació en Pontoise, población de la periferia de París, situada a 20 minutos de la gran urbe, pero sus sentimientos están en Marruecos, país de sus padres y el que ha defendido como selección desde los 16 a los 18 años. Musulmán (los viernes por la tarde acude a rezar a la Mezquita del Ensanche y siguió el ayuno que impone el Ramadán en plena pretemporada), tiene tres hermanos más y se considera una persona tímida pero agradecida. Vive solo pero desde ayer tiene la visita de su padre. Será su primer contacto con la familia desde que abandonó Francia a mediados de julio para incorporarse a la disciplina blanquiazul. Es admirador del Barça y la Selección Española, la motivación que le llevó a cambiar de país y su obsesión por triunfar en nuestro fútbol.

–Comenzaremos por el principio, ¿dónde empiezas a jugar?

–En la cantera del PSG. Estoy allí desde los 9 a los 21 años. Aunque tuve que marcharme es un orgullo para mí haber pertenecido a un club tan importante. En una ciudad como París y en un equipo de ese prestigio es muy difícil para un jugador de la casa llegar a echar raíces. Así y todo tuve la oportunidad de debutar en un partido de la Europa League. Fue un regalo para mí. El entrenador me veía trabajar con muchas ganas y me hizo jugar. Entré a falta de un cuarto de hora jugando como mediocentro. Me daba igual, como si me hubiera dicho jugar de portero.

–¿Entonces decides buscar una salida y fichas por el Stade Rennais?

–No me fueron bien las cosas. Entonces me sale la oportunidad de venirme a España. Desde pequeño he sido un admirador del fútbol español, especialmente del Barça y la Selección Española. Salir de Francia, conocer otro idioma, jugar en una liga distinta, me gustó la idea y no me lo pensé dos veces. Estoy encantado aunque suponga estar mucho tiempo separado de la familia.

–El Getafe B es la primera estación de la nueva vida en España.

–Tuve una lesión de tobillo que me condicionó mucho. Estuve un tiempo sin jugar. Me llamaron para algún amistoso con el primer equipo pero no llegamos a un acuerdo para seguir. Me vino a buscar el Sporting para su filial y las cosas me fueron algo mejor. Hice 5 goles y pegué 14 palos. Seguramente si hubieran terminado en gol no me habrían dejado marchar. Recuerdo que el Pitu Abelardo estaba muy contento conmigo y estuvieron dudando.

–¿Y llega el Sestao la pasada temporada?

–Ha sido mi peor experiencia dentro del mundo del fútbol. Era un equipo que no jugaba a nada. Todo eran balones en largo y por arriba. El entrenador no me quería y me llegó a poner de mediocentro. Me salió la oferta del Compostela en el mercado de invierno y de nuevo volví a disfrutar del fútbol. Hice 5 goles en 5 partidos y terminé con 6 en 14 encuentros. Me querían renovar pero no se atrevieron a apostar fuerte por mí. Hablaba con ellos pero no lo veía claro. Entonces surgió el Alcoyano que ya me quiso en invierno. Me llamó Palop y desde el primer momento me hizo sentir importante de este proyecto. Al principio lo pasé mal. Coincidió con el ayuno del Ramadán. Entre la pretemporada y el calor de julio me costó adaptarme.

–Francés de nacimiento pero marroquí por familia, ¿te identificas más por un país que por otro?

–Francia me lo ha dado todo y Marruecos es más una cuestión sentimental, de corazón. Me llamaron para jugar con su Selección cuando era Sub 16. Vi cosas que no me gustaron y no volví. Se cambió y con 18 años acudí a la Copa de África clasificatoria para los Juegos de Londres 2012 donde fuimos subcampeones. Sin embargo, luego no me llamaron, prefirieron a jugadores de más experiencia y que estaban en clubes de Primera División. Fue una lección y me sirvió de experiencia.

–¿Y ahora en el Alcoyano?

–Estoy encantado, es un club muy familiar. Siempre están pendientes de mí, la directiva, los compañeros y estoy muy agradecido por ello porque soy una persona tímida y reservada. Para mí es muy importante poder devolver todas esas atenciones con goles. He firmado por una temporada con opción a otra y me gustaría mucho poder ascender a Segunda con el Alcoyano. Soy una persona ambiciosa y mi ilusión sería llegar en la élite. Una vez que has probado jugar en la Europa League es algo que no se te va de la cabeza y constantemente piensas que algún día lo volverás a conseguir.

–¿El gol siempre te ha acompañado en tu vida profesional?

–Me considero un goleador, es mi trabajo y por lo que me pagan. Sin embargo, no me considero una persona torpe con el balón en los pies. Mis condiciones son más de 9 pero he jugado bastante de mediapunta. Cada vez que marco me alegro mucho, pero luego en casa a lo que le doy vueltas es la jugada que he fallado. Es la única manera de seguir mejorando.

–¿Cómo has visto el grupo III?

–Me gusta, se juega más al fútbol que en el I, donde todo eran patadas y balones arriba. El Villarreal B será un buen rival para saber dónde estamos verdaderamente. Sin embargo, no debemos obsesionarnos, sino tratar de hacer nuestro partido y son ellos los que tienen la presión porque es el líder. Personalmente tengo mucha confianza con mis compañeros. Una temporada es muy larga y pasan muchas cosas, desde malos arbitrajes como nos está pasando ahora, lesiones, sanciones y buena o mala suerte. Nosotros estamos jugando para pelear por uno de los primeros puestos y estar al final de la liga en el play-off de ascenso. Ahora mismo es pronto aún para hablar de ello.

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